Vuelve la tienda pulga

En medio de una fiebre por la eficiencia comercial, el boom de los supermercados,  la apabullante oferta de los híper y los imbatibles precios del hard discount  aumenta el convencimiento en el sector de la distribución de que las tiendas pequeñas vuelven a ser un serio contrincante a batir. Fruto del incremento de los precios de los alquileres de los locales comerciales y la tendencia a la  especialización se consolida un nuevo formato comercial, la tienda pulga, que combina características difícilmente emulables por la competencia. 

 El pequeño comercio que dominaba hace unas décadas vuelve ahora con otra apariencia para competir con la distribución moderna (fórmulas comerciales enautoservicio). Existen algunos campos de la actividad comercial en los que el tamaño no es un problema. En la venta de productos frescos como verduras, frutas, carne o pescado, el peso las tiendas tradicionales y los mercados municipales es del 48,8%. 

 El profesor del IESE y experto en distribución, José Luis Nueno, considera que los comercios pulga son ya un formato de tienda emergente de gran éxito y que se consolidará en el futuro como una alternativa cotidiana para los consumidores. «A un comerciante actual que posee una tienda de 50 metros cuadrados le aconsejaría  que la cambiase por cinco tiendas de 10 metros », dice Nueno. Esa estrategia le permitiría cumplir las premisas que se han convertido en la clave del éxito comercial de los últimos años: proximidad y adaptación.  

Un pequeño comercio tiene costes estructurales menores y puede adaptar mejor su oferta a las necesidades de un consumidor específico de la zona donde se ubica. Varias tiendas pequeñas de una misma cadena multiplican el número de clientes potenciales frente a los de una tienda mayor.  

En los centros comerciales aparece un amplio abanico de cadenas de microtiendas de éxito. Al tener una superficie de venta reducida, los costes de alquiler son también pequeños y las posibilidades de rentabilidad aumentan. El alquiler de un pequeño comercio en un centro comercial o en una zona céntrica de una gran ciudad como Barcelona es del orden de 60 euros por metro cuadrado al mes  (10.000 pesetas), según un estudio de la consultora Jones Lang Lasalle.  

En el centro comercial de Gran Vía Dos, inaugurado en L’Hospitalet a finales del  pasado año, las tiendas son más pequeñas de lo habitual. El autodenominado palacio de las compras tiene una arquitectura interna peculiar: pone un claro énfasis en el marco que rodea a las tiendas, más que en los propios establecimientos. Pero no se trata de un error de concepto, sino que responde al objetivo de facilitar el tránsito de los consumidores por amplios pasillos y, paralelamente, que los comercios instalados, al ser más pequeños, puedan cambiar rápidamente su oferta, si es necesario.  

En opinión del secretario general de la Confederación Española de Comercio, Miguel Ángel Fraile, «el tamaño de un comercio no es indicativo de su calidad, ya que los pequeños son más fáciles de adaptar a las necesidades de los clientes». Pese a ello, Fraile opina que es necesario vigilar que estos establecimientos pequeños no perjudiquen a la competencia, con colas en la calle o incluso la utilización de vehículos en la puerta que hacen de almacén. 

 El presidente del Agrupament de Botiguers de Catalunya, Esteve Canteria, considera que como consecuencia del crecimiento de las cadenas de supermercados, las cadenas de moda y las grandes superficies, el pequeño comercio pasa cada vez más dificultades. Ante la concentración de la oferta en escasos ejes comerciales en las ciudades, Canteria opina que la ubicación de la tienda tiene ahora más importancia que nunca pero las empresas familiares ya no están en condiciones de asumir en su cuenta de explotación los costes que supone tener una tienda en Portal de l’Àngel o paseo de Gràcia.  Ángel Custodio Dalmau, director general de Custo Barcelona, tiene clara la  importancia de las tiendas pequeñas en el futuro de la distribución comercial. El que establecimientos de su firma tengan entre 50 y 100 metros cuadrados y estén ubicados en barrios antiguos es el resultado de una estrategia que quiere desmarcarse de las grandes cadenas de distribución, que tienen la tendencia de  abrir locales de muchos metros cuadrados en las grandes superficies.  El vicepresidente del Instituto de Libre Comercio (Idelco), Jacobo García Durán,   asegura que, analizado desde la perspectiva de las grandes cifras del comercio, el tamaño de los comercios en España aumenta, en concreto el 3,5% en los últimos cuatro años, según datos del Anuario Comercial de La Caixa. Pese a ello, García  Durán reconoce que en tiendas especializadas de electrónica, ropa interior, joyería o droguerías, por ejemplo, las microtiendas se consolidan.

 

Eduardo López Alonso recoge la opinión de José Luis Nueno en este artículo publicado en El Periódico, el día 23 de Febrero de 2003

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