Parchear el mandil del tendero local

Pese a lo mal que lo están pasando con la crisis, los comerciantes de Barcelona tienen más palancas y recursos que sus homólogos en el resto del Estado y en otros países de la UE para sobrevivir y crecer. Es necesario que el ayuntamiento no sea un obstáculo para convertir la ciudad en un lugar donde el visitante haga sus compras.

La crisis del consumo ha hecho que las ventas del sector minorista en Cataluña hayan caído 8,6%[1] en el periodo  2008-2011, y 15,3%[2] el año 2012. En 2013, los datos oficiales de marzo respecto al mismo mes del año anterior, fueron de -10,3[3]. ¿Qué más da el dato exacto? Si usted es un tendero ha visto caer sus ventas en más de un 20% en promedio desde 2008. ¿Qué quiere decir 20% en promedio? Dividamos el comercio en tres grupos. Uno está situado en calles “A”[4], el segundo grupo en calles “B”, y el más mayoritario en calles “C”. Al primer grupo, las “A”, corresponden el 5% de las tiendas y el que menos las ha visto caer (9%). Si es usted un detallista ubicado en calles “B”, 25% de las tiendas, sus ventas han caído un 19%. Y si es usted uno de los que tiene su local en una calle peor (una “C” de Barcelona, que son el 70% restante), le han caído un 23% solo este año pasado. Este es el resultado que Bitcarrier, una empresa tecnológica que

mide la  circulación peatonal en los ejes comerciales de nuestra ciudad detectó en 2012-2013.

En este contexto se sigue produciendo en Cataluña un cambio en los formatos de comercio y mientras unos ganan cuota de mercado, otros apenas sobreviven y muchos desaparecen. En 

Cataluña en los últimos 4 años, el número de actividades comerciales minoristas se ha reducido en 34.7281, lo que significa que a principios de 2012 se volvió a los niveles anteriores al año 2000 en cuanto al número de licencias. Esta magnitud es mayor que el número de tiendas, ya que algunos tienen 2 o más licencias, pero por ahí anda la cosa.

¿Qué ha sucedido con todos estos locales vacíos? Si caminamos por las calles “B” o “C” de Barcelona encontramos carteles de “se alquila”, “se vende” o “se traspasa” por doquier. Muchos de estos locales son aprovechados por inmigrantes asiáticos, magrebíes o latinoamericanos para desarrollar un tipo de pequeño comercio de proximidad.

Tres son las claves de la emergencia de este tipo de comercio: precios competitivos, horario extendido y márgenes altos. Un modelo de tienda que parecía condenado para unos, es “el caldero de oro al final del arco iris” para otros  que demuestran que puede funcionar a base de meterle horas y estar abiertos cuando los afortunados que conservan sus empleos están en sus casas preparando la cena o el gin tonic y constatan su “rotura de stock” de sal, aceite o tónica.

El impacto del turismo en los ejes prime

Cuando hablamos de retail y turismo es inevitable hablar de ejes prime. El turismo, mayoritariamente el extranjero, es uno de los principales motivos por el que los ejes prime de ciudades como Barcelona han mantenido sus rentas y tienen  una demanda muy alta de enseñas de lujo. También de algunas marcas de moda asequible, sensiblemente más baratas aquí. Mientras el consumo privado caía, el sector del turismo en Cataluña crecía en el periodo 2008-2011 – el número de visitantes aumentó 3,2%, y su gasto 22,8%[5]-.

 

En Barcelona, las mayores densidades de turistas se corresponden con la proximidad a monumentos, a los ejes prime y comerciales más importantes de la ciudad.

Los ejes prime (los “A”) de Barcelona ofrecen muchas posibilidades para ubicar en ellos tiendas estandarte. Tienen locales amplios, con entradas más grandes y mejor accesibilidad, siendo el mejor ejemplo los de Paseo de Gracia. Por otra parte, sus precios se han multiplicado por 3,6 en 5 años, y están fuera del alcance de los detallistas independientes.

Algunos de los ejes comerciales secundarios actuales (como es el eje que va de Plaza Cataluña hacia la Sagrada Familia en Barcelona -Ausiàs March, Casp y Consell de Cent- o el que arranca de la confluencia de Diagonal con Paseo de Gracia y transcurre hasta la Sagrada Familia por Córcega) cuentan con muchos locales de tamaño superior a los 1.000m2, muchos de ellos vacantes o arrendados para actividades industriales, que son ruta actual de los turistas hacia los monumentos.

Una acción concertada del Ayuntamiento con los detallistas, hosteleros y restauradores, podría resultar en una regeneración (gentrificación comercial) de ejes y proporcionar oportunidades a los independientes.

El impacto de la regulación

España es uno de los países de la Unión Europea con una regulación de horarios menos restrictiva, solo superado por Irlanda, Eslovaquia, Francia, Portugal y en la misma situación que Alemania.

El comercio integrado en núcleos urbanos de las grandes ciudades turísticas necesita permanecer abierto en festivos, sobre todo para poder servir al turismo, cuyas visitas se producen los 4 últimos días de la semana. No hacerlo supone condenar a los detallistas cualitativos (los que ofrecen productos diferenciados y apreciados por los turistas) a renunciar a un 5 o 10% más de ventas entre los meses de abril y octubre. Renunciar a un 2-4% anualizado.

La transformación del retail tradicional: el e-commerce

El comercio electrónico, es el único canal que crece en el oscuro panorama del consumo. Un detallista presencial (offline o físico) que adopta el canal online es un motor de éxito, tanto para fabricantes como para distribuidores. Tener una marca conocida por contar con presencia, por ejemplo, en tiendas en la calle, es valorado por el comprador. Si, además, el producto es exclusivo y descontado – como sucede con algunas marcas de lujo que utilizan ventas flash –el riesgo de canibalización es mucho menor.

Los comerciantes presenciales tienen en la globalización y el comercio electrónico las dos oportunidades más decisivas para sobrevivir, y con el compromiso  suficiente, pueden aspirar no solo 

a sobrevivir, sino a crecer y consolidarse. Ningún canal es desechable para llegar al consumidor en 2013. Los días de la “exuberancia irracional” en el consumo no regresarán. Los comerciantes de Barcelona, todo y lo mal que están viviendo estos últimos 5 años, tienen muchas más palancas y recursos a su alcance que sus homólogos en el resto del Estado y en otros países de la UE. Es muy importante que su Ayuntamiento no sea un obstáculo para convertir a esta ciudad extraordinaria para vivir en una que sea un lugar próspero y moderno para comerciar. Un lugar seguro, limpio, abierto y servicial donde el visitante haga sus compras y así parchear el agujereado mandil del tendero local.

[1] Encuesta Anual de Comercio, INE 2012
[2] Estimación ABN Metrics y Bitcarrier 2013
[3] INE 2013
[4] Una calle “A” es Paseo de Gracia, Portal del Ángel, Pelayo… Una “B” es Mandri, Gran de Gracia o Carrer de Sants.
[5] Idescat 2013

Artículo del Profesor José Luis Nueno publicado en el suplemento +Valor de El Periódico de Catalunya. 28 de mayo de 2013

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